Este año parecía que lo de vestirse de flamenca no sólo iba a estar difícil sino imposible. Todos los elementos que podían conjugarse en contra se confabularon para hacer, de algo cotidiano una semana al año, un sueño inalcanzable, lo que te hacía casi rozar la desesperación al ver que tus volantes, los de este año, los del traje de flamenca blanco y negro o los que fueran, peligraban pasar por el 2016 sin pena ni gloria.
Pero como el ‘dios Eolo’ existe y hace de las suyas, igual que nos trajo nubes negras al comienzo de semana, también se las llevó y nos dejó claritos de nubes blancas y cielos azules. Sin abusar, apenas un par de días completos y ratitos en los demás, que ya se sabe que esta deidad es caprichosa y cuanto menos le exijas más te da. Eso sí, sin farolillos, tradición igualmente sobre el albero del Real, pues ya forma parte del paisaje feriante, aunque no con tanto ahínco como este 2016, pues ni uno sólo sobrevivió a lluvias y viento y si se repusieron yo no los ví. Eso sí, restos de lo que fueron en su día haberlos los hubo toda la semana.
Así las cosas ni el martes ni el miércoles, hasta el jueves se tuvo que hacer uso del saco de la paciencia para poder pisar la Feria de Abril armada de lunares galleta en el binomio elegante por excelencia, a la par que básico feriante: blanco y negro, que junto al rojo conforman los colores fetiche de cualquier diseñador que comienza a dibujar bocetos en tono feriante, como los que ya han cobrado vida en la colección 1953 de Ángeles Gálvez, la que le dio pase a la final de Noveles de SIMOF 2016, donde vieron la luz, y con la que ha dado a conocer su costura sobría y minimalista, cargada de glamour y elegancia, ésa que se defiende a base de puntadas pues no todo lo bello exige recargo y parafernalia. La frase ‘menos es más’ es la síntesis de su colección, que, además, ha bautizado con el año el que se dio a conocer Norma Jean, icono del cine del Hollywood, aquel que se vislumbraba en ‘Con faldas y a lo loco’, que emanaba glamour coqueto con puntito provocador y con el que intentaba enmarcarse en esa candidez inocente que pautaba la censura y los rombos de la época.
Mostrándote estas pinceladas, el resto de la colección de moda flamenca que ha creado este año Ángeles Gálvez ya cabe imaginarlo en consonancia, por lo que olvídate de ciertas tendencias como el talle alto y el micro-volante, ya que lo que imperaban en los 50 eran las siluetas lápiz, ésas eternas en flamenca desde hace ya bastantes temporadas y que tanto nos gustan. Ángeles Gálvez, al igual que un grueso número de diseñadores, no se atreven a desterrarla y la alternan, en mayor o menor medida, con las que reinan en los cambios de estilo de cada temporada, como los largos cortitos y los dos piezas de vuelo de doble capa desde la cintura y camisa a juego, novedad, una de esta primavera feriante 2016.
De sus 10 propuestas flamencas vistas en esta edición de SIMOF, mis ojos se iban a las que te marcan tipín, a las que te moldean acariciándote la piel para esculpirla en seseo. Y aún más tentadora me resultaba la de vuelo desmedido, el que aporta el tul en enaguas y que la da ese cuerpo al volanteo canastero cuando caminas. Una de mis favoritas de la colección y con la que he tenido el gusto de pisar este año el albero de la Feria de Abril.
El lunar también era XXL, de esos galleta, y la pieza que le combinaba se sustituyó por camisa semitransparente, pues hace ya tiempo que me reservo para mí la contemplación de tripita y ombligo si me encuentro en entornos urbanos, incluídos los de albero y adoquines.
La falda de talle alto resulta perfecta y disuasoria en cuanto a lo del paseo de miradas cuando te ven, pues consigue que la vista no recale justo allí donde no queremos que nos miren… ¡¡¡Simplemente genial!!! El volante nacía bajo, por lo que marcaba mucho las caderas y estilizaba gracias al largo trayecto que comenzaba unos centímetros por encima de la cintura. Cosido al hilo se elevaba por delante, en el centro, facilitando el movimiento y dándole esa gracia a la apertura del vuelo que se reparte en el aire al compás del paso o de las sevillanas que te marques, porque ni de eso me privé ese día que había ganas de Feria después de tanta agua.
Además, la composición de lycra en el tejido le aportaba la comodidad que se necesita, lo que te garantiza que no te tirará de aquí o de allá, ni que se te marquen las costuras en la piel cuando te sientas. Que no te engañe la envergadura que aparenta, pues resulta más sencillo de llevar de lo que parece. Realmente, cualquier traje que se aleje de los que vestíamos en los 80, y a los que espero no volvamos, lo es. Aún recuerdo el código de barras que me dibujaban en las piernas los cancanes almidonados. ¡¡Cualquiera osaba ir a la Feria sin medias gruesas!!
La camisa de escote barco, a juego con el traje, también estaba rematada en raso, al igual que el vuelo de la falda, y es idónea para tenerla a mano en el armario y combinarla con cualquier falda tubo de largo midi en una noche de sábado, o cualquier otra que se tercie y desees emanar glamour. Al ser semitransparente es tu piel la que ayuda a dibujar los clavales bordados en tejido que se adivinan en ella. Prohibidísimo una camiseta de tirantes blanca por aquello del pudor, pues cometemos el error que lo mejor de ella se pierda. Busca ropa interior adecuada a tu tono de piel, te aseguro que pasará desapercibida y conservarás la elegancia que aporta de por sí la camisa flamenca.
Sin duda Ángeles Gálvez es una de esas firmas emergentes que de tanto en tanto aparecen y no podemos permitir que pasen de puntillas por la moda flamenca. Merecen el espacio que buscan, el suyo, y debemos darle su tiempo para encontrarlo, sin quitarle ojo para, mientras tanto, conocer cómo sus propuestas y su manera de ver la moda van evolucionando.
Sólo tiene, aún, una colección a la vista de todos, pero no hacen falta las siguientes para saber que su estilo no encuadra ni en la parafernalia ni en la búsqueda del espectáculo. Simplemente anhela conquistarte por su costura sencilla pero bien planteada y rematada, sin más exornos que los que tú misma puedas aportarles, ofreciéndote diseños que no se apartan de la flamenca clásica, sin dejar de lado las tendencias para las que gustan vestir al último grito.
Ángeles Gálvez no hace pasarela espectáculo, hace desfile de los de flechazo inmediato cargado de variedad de propuestas, las suficientes para que no sepas cuál elegir.
Complementos para un traje de flamenca Ángeles Gálvez
Dada la contundencia del vuelo, dos premisas se presentaban básicas: las flores debían ser abundantes y fuera de lo común, como también lo es éste dos piezas flamenco, y los complementos debían ser en número mínimo, pero con la presencia suficiente como para acompañar al estilismo sin resultar chocantes ni parcos.
Así, no busqué en flores la apuesta segura y sin riesgo que ofrece el rojo, compliqué el día a Ópalo Negro y le solicité un bouquet de rosas que para nada se pareciera a un ramito, pues no me encajaba con el traje. Mi idea era algo menos abultada pero más extensa, formando una corona, sin grandes flores protagonistas, y en tonos suaves, delicados, de esos empolvados con olor vintage. Tan sólo elegí unas cuantas flores para que pudiera tener una idea más concreta sobre lo necesario, pues el arte de mezclar e imaginar el resultado final sólo es de Ópalo Negro.
Para peinecillo y pendientes aposté por una firma que comienza en esto de los complementos, pero que ya tiene su historia en otros campos. Se trata de Flores de Talco que, además, gracias a sus buenos consejos me hizo enfocar el estilismo en el sentido correcto, pues dudaba entre varias ideas que me rondaban en la cabeza, pero la percepción que tiene de la fisonomía de quien va a vestir la cabeza, entre otras cosas, hacían que sus sugerencias razonadas tomaran peso. Me sentía como si me leyera el pensamiento sin hablarle. Así decidimos que para dejarle un protagonismo absoluto al traje y las flores, los complementos sólo serían un peinecillo y unos pendientes, eso sí, en tonos plata, para nada tendencia de temporada, aunque, por qué no, puede que sea de la siguiente. El tono oro ha arrasado y se trata que, con este estilismo, veáis que las posibilidades en la tonalidad plateada también existen y resultan acordes inclusive para el negro, al que parece que pocos colores son los que resaltan y al que te invito dejes volar tu imaginación a capricho, pues, más bien, es un color muy combinable si sabes encontrarle el equilibrio.
¿Y tú? Si visiteras de negro, blanco ó negro y blanco, ¿cuáles son las combinaciones por las que optarías? Desde las clásicas hasta las propuestas de pasarela, pasando por las que mejor te sienten son factibles. Se trata que te encuentres cómoda con lo que lleves.
Permitidme que le dé las gracias a las tres firmas participantes en este primer estilismo flamenco que lucí en la Feria de Abril, siendo maniquí feriante para Ángeles Gálvez, diseñadora del traje de flamenca, Ópalo Negro, autora de las flores flamencas, y Flores de Talco, creador de los pendientes y el peinecillo doble. Sin ellos, sin el estilo tan personal que imprimen en lo que hacen y sin su manera de ver la moda, no habría sido posible pasear de esta manera por la Feria de Abril 2016. ¡¡Gracias por crear en moda flamenca!!
Direcciones:
– Ángeles Gálvez: info.angelesgalvez@gmail.com
– Ópalo Negro: c/ Albareda, 13, Sevilla
– Flores de Talco (punto de venta): Plaza de la Encarnación, 3, Sevilla