Así, tan enigmática como carismática, nos presenta a Sira María Dueñas. Y así, tal y como ella la ve, la representa Matildina Boho Flamenca en su costureo flamenco. Algo más enreversado que el de moda, con menos riesgo y más pasión.
Si nos paramos un momento antes de analizar la colección, podremos darnos cuenta que Elvira Pérez, creativa de la firma, también se reinventa como Sira en la novela. Pues, de abogada, y sin dejar de serlo, y creativa de bolsitos con cremallera, pasa, no sin antes formarse adecuadamente, a subir cremalleras de sus propios trajes de flamenca.
Del negro, para expresar metas alcanzadas y tristeza, al verde, símbolo de fe y esperanza, y sin olvidar el rojo, felicidad y amor. Tonalidades que, además, vienen a ser los básicos en flamenca. Todos los veremos tintando tejidos ligeros, como la gasa, junto a algodones que marcan el talle y el eterno plumeti.
Así se nos presenta su colección, Sira, que inicia su paso por Emprende Lunares en verde menta, con lunar negro disperso y vuelo al bies. Se trata de un delicioso Marisol de escote barco y con flores boho que, tímidamente, deja que asomen volantes. Sin duda, antojadizo para un evento especial con aires flamencos.
Flores que se esconden al completo en este otro diseño, sencillo, pero rozando la perfección, con esa asimetría que actualiza cualquier corte flamenca clásico, donde los volantes al hilo y de capa tamaño XL, acompasan el movimiento flamenco y seseante.
Sin desviarse ni un lunar de la elegancia sofisticada que parece describirla fielmente, se decanta, para su tercer diseño, por un escote Bardot. Lo integra en un vuelo amplio setentero, pero de talle bajo. Con volumen, pero no más del que aporta el corte de capa. Y todo con lunar tamaño moneda, muy repartido y con alternancia simétrica.
Tampoco omite las reglas básicas de la flamenca para la que no sólo es fundamental el estampado de lunares, sino combinar el rojo con el verde. Color que aplica aquí a las enaguas que se adivinan con el movimiento.
Esas flores boho chic estampadas con Paisley que vimos muy al principio en tonos tierra, parecen ser la novedad en estampados para esta temporada. Le da un toque exótico y mestizo al diseño.
De falda básica con trío de volantes cosidos a carruchas, la sorpresa que actualiza el look la tienes en el talle. Donde, salvo el acostumbrado lunar medianito, las manguitas básicas se acortan sin volantear. Y el escote en uve se dibuja gracias al cruce de las piezas textiles desde costados contrarios.
Pero la sutileza del Bardot le domina y conforma un nuevo escote marcado por volante y lunares, en una silueta que se dibuja hasta las rodillas. Por cierto, cómoda para caminar, aunque pueda parecer otra cosa, y con un trío de volantes al hilo.
Todo para que la espalda acapare miradas, pues apenas se atisba el discreto cut out en cintura, lo cual aporta elegancia. Como si de una cascada se tratase, desde el arriba deja caer un volanteo de capa que llega al vuelo de la falda, forrándose lunares con flores boho chic.
Las mismas que sí estampan, esta vez, todo el traje de flamenca al completo en este otro diseño. Cut out en cintura, guardando asimetría con el hombro, consiguiendo, por tanto, armonía con el estilismo. Así, imagina manguita coqueta a un lado y con volante hasta el codo en el otro.
Y así llegamos al cierre de su colección que, como ya es costumbre en flamenca, finalizaba en negro. Para el primer diseño, se decanta por una manguita corta, coqueta y al hombro que prolonga el plumeti de cuello caja. Y que cubre escote en un vestido de tirantas anchas y silueta estrecha.
La abertura delantera del vuelo rodeada de volantes de carrucha y vuelos en organdí en verde, hacen ese efecto óptico en movimiento que tanto embelesa en trajes de flamenca.
Con el mismo juego textil, pero con una menor presencia del organdí en verde, Elvira Pérez nos propone uno de esos diseños que, últimamente, se encuadran en estilismo flamencos y se sitúan en ambos mundos de la moda.
Así, para escote de vértigo en uve, diseña mangas de topos negros que culmina en guantes tipo mitón. Dejando que sólo un volante de vuelo comedido remate el diseño.
Matildina Boho Flamenco nace como homenaje a quien implantó en ella, en Elvira Pérez, el gusanillo de la moda. Fue su abuela Matildina la que le puso en el camino de el hilo y la aguja y le enseñó una profesión a la que siempre vuelve, a pesar de su perfil profesional como abogada. Demuestra, con ello, que todo es compatible y posible. Y sorprende, además, por ese gran salto en su aspecto creativo que, para mí, ha dado, dado que le conozco desde que era Hey Virita Hey y hacía monederos de tela. Mi deseo es seguir sorprendida y que el tiempo me muestre mucho más de Matildina. Más de todo aquello que, durante tanto tiempo, está guardando en su mente y que, ahora, sí tiene herramientas suficientes para expresar y dejar salir.