Sara R, alta costura hecha en Sevilla

Hablar de Sara R es hablar de alta costura hecha en Sevilla, de esa que emerge porque la trayectoria profesional que le precede lo propicia, que es también aquella que nace porque otros aires renovados revolucionan e inspiran nuevos compromisos a la empresa familiar de la que surge. Pues Sara R lo trajo la segunda generación creativa de una firma que, a estas alturas, ya ha rebasado fronteras, llevando el diseño de aquí a los armarios británicos e italianos. Sobre todo a estos últimos, selectos, con mucho más contenido ‘in’ que ‘out’ y que anhelan la renovación constante en la dosis de glamour adecuada.

Por lo que no es de extrañar que a su paso por Sevilla de Boda dejara huella y lo que debería haber sido un redescubrimiento de Sara R fue un descubrimiento; lo que viene a ser ese primer contacto que te lleva a la sorpresa en todos los sentidos y que aumenta a medida que conoces a la firma. Y es que su ausencia en ciertos circuitos de desfiles próximos a su espacio de trabajo, resulta comprensible, por un lado, pero no por otro, pues su presencia es necesaria, a la vista de lo que puede aportar en moda. Aunque, igualmente tan sólo habría bastado acercarse a la Pasarela Gaudí Novias en abril para haberla conocido antes, ya que es allí donde presenta cada año su colección, que es más extensa de lo que trajo a la Pasarela Sevilla de Boda.   

Entre su selección de diseños, las tendencias se mezclan con las preferencias de las clientas de la firma en un perfecto equilibrio, sosegado y correcto, que hace que cada prenda se torne antojadiza, de las que albergarías como pequeños tesoros para determinadas ocasiones.

Sara R imagina así siluetas largas, otras más cortas, pero no demasiado, sólo hasta las rodillas, evitando el mini, aunque no el midi y el bajo de doble altura. Serán también los lunares y las flores las preferencias estampadas que pueden ser con o sin relieve y que se acompañan también de tonalidades lisas. Características generales que vienen a definir la colección que pudimos ver de la firma en la última edición de Sevilla de Boda.

En cuanto al patronaje destacaba el corte al bies, con el que se consigue cierto efecto del estampado el cual no se rompe, pues se cuida que así suceda. Esto consigue que ayude a resaltar esa geometría que tiene la forma del dibujo, haciendo que los volantes al contrario, que decoran en vertical y miran hacia el hombro, resalten aún más en un estilismo lejos de ser sencillo a pesar del minimalismo que posee. Este juego con el tejido veremos que se repite en varias de las propuestas.

Pero también hay textiles ricos y otros elementos que lo recargan y que no tardaron en verse en pasarela. Como esta chaqueta en look eminentemente nocturno el que la prenda principal se combina con top de escote lencero y pantalón recto, cuya amplitud discreta procede de las pinzas plisadas situadas a la altura de las caderas.

Para largos midi, los pliegues menudos se rayan fino y lo hacen en diagonal, que combinado con top negro le aporta sobriedad y elegancia en patronaje al que puede tildarse de atemporal y que se salpica con suavidad en hombros, con la ligereza que tienen las plumas, ya vistas en otro de sus modelos de la nueva colección.

Este tipo de largo también se adopta en esos estilismos más urbanitas, que adquieren este aspecto con tan sólo hacer uso de una camisa sastre, aunque la botonadura no quede a la vista, sino bajo solapa. Opción, por cierto, que resulta de lo más útil cuando el día se tercia con diferentes funciones y nos facilita la adaptabilidad a las circunstancias que nos esperan sin realizar cambios en el estilismo.

A todos ellos se suma el doble largo, ese que, como la canción, es cortito por delante y larguito por detrás, aquí Sara R lo redondea para sus vestidos, encontrando otra manera más de imaginarnos con mangas ablusaditas, de las de puños anchos y cerrados, y con abertura delantera, justo en el centro, en un tejido de caída dulce, preferencia en los gustos de la diseñadora.

Pero no todas las siluetas imaginadas por Sara R son fluídas, también las ha diseñado ajustadas, pero no en exceso, y en el binomio colorista imperante de la temporada que tanto se está viendo en pasarela. Se trata del blanco y negro que adoraba Coco Channel y que hemos podido ver en la firma Sara R en en vestidos y en dos piezas tanto con un estilo más clásico, como en esos otros cuyo estampado, en este caso moteado desmesurado, resulta de los más conquistador.

Lunar que, por cierto, se multiplica en diversas tallas en otros looks sobre el tableado diminuto para uno de esos estilismos inolvidables que querrías para siempre.

Pero no sólo el tejido plisado, muy presente en la colección, el lunar y ciertos dúos coloristas han protagonizado las propuestas de Sara R, también lo han hecho, con permiso de los primeros, las aplicaciones de flores, que se han mostrado tanto en la cintura, a modo de cinturón, como en las mangas, en las que se sitúan en cascada, y otros lugares por los que se han prodigado en las distintas prendas. Como pueden ser el escote, en el que el cuello de la prenda se cuaja de flores, unas veces, y otras de aplicaciones facetadas.

Elementos, por cierto, que destacan y ayudan a embellecer que favorecen el mínimo empleo de accesorios para completar al vestido, lo cual, en ocasiones, resulta muy cómodo y adecuado, recurriendo a lo mínimo para estar perfectas.

Y todo en una colección cuidada que se recrea en los detalles, que saca partido a los textiles, haciendo buen uso de la caída de los mismos para conseguir el resultado que se quiere, y donde el diseño se amolda a las preferencias imperantes del street style, sin ser un obstáculo a la creatividad de Sara R, como hemos podido ver en su primer desfile. Una buena muestra, aunque muy resumida, del estilo que define a la firma y que marca las pautas en su línea de diseño. A su vez, fiel reflejo de lo que es capaz de crear y de su visión de moda. Por lo que sería una grata noticia que la firma repitiera, cada año, su paso por pasarela, ya que, realmente, es de aquellas que consiguen aportar al escaparate de moda.