Sales un día de un cumpleaños de manera urgente porque a tu amiga se le ha olvidado el regalo y nunca piensas que irías a buscarlo en un taxi tan especial. Creedme, al verlo la primera vez mi sonrisa se dibujó en la cara y poco, muy poco después de subirme mi pregunta, que formulé en voz alta, fue: “Es usted el señor que lleva a niños enfermos, ¿verdad?” Y la respuesta: ”Sí, soy yo”. Imagináos, ya quedé impresionada al ver un reportaje sobre él en televisión, así que tenerle tan cerca y pasar el viaje callados era absurdo. Enseguida comencé a preguntarle, no sin antes pedirle permiso, para poder saber más sobre su labor.
Cómo se convirtió en el taxista de los niños enfermos
Todo comenzó con una pequeña muñeca que él mismo regaló a su hija. Ésta le pidió que lo colocara en el taxi y lo hizo, pero no sólo esa sino unas cuantas más para ver la carita de sorpresa de su peque cuando volviera a subir al taxi. Ese fue el comienzo de un no parar de poner muñecos y decoración. Cuando ya lo tuvo bastante decorado se planteó hacer algo con él como, por ejemplo, ayudar a niños enfermos, a familias que no pueden desplazarse por motivos económicos o simplemente por falta de vehículo. Sin pensarlo se dirigió al Hospital y allí ofreció sus servicios, indicándole que sería más oportuno que hiciera lo propio en ANDEX. Así de allí se dirigió al nuevo lugar indicado, donde no salían de su asombro cuando les contó su propuesta, pues nunca antes se habían encontrado con un ofrecimiento tan generoso ya que Rafael realiza sus servicios de manera gratuita a estos niños.
El payasito de Lucía
Quise saber un poco de esos niños, de lo que transmiten a Rafael cuando los traslada, de las situaciones, de las anécdotas, de las experiencias vividas…Y nombró con una amplia y cariñosa sonrisa a Lucía y su payasito. Lo lleva colgado del retrovisor interior, como si quisiera verla cada vez que controla el tráfico, como si le gustara tenerla cerca. Me contó que sus padres se pusieron en contacto con él para que llevara a Lucía al hospital ya que la pequeña había pedido conocer el taxi de Rafael. Fue un día mágico para los dos pues Rafael se quedó con la experiencia de haberla conocido y el payasito de recuerdo y Lucía con todas las sensaciones que le produjeron los distintos adornos, muñecos y demás del taxi, pues ella es ciega y su ilusión era tocarlo. Aún ahora, cuando revive el momento, Rafael lo cuenta emocionado y prosigue diciéndome que cuando puede se acerca por Almería para visitar a la pequeña y llevarles a sus padres dinero que recauda en el taxi con los donativos que aportan los viajeros.
Durante nuestra charla Rafael me contó muchas cosas, como una espinita que tiene clavada pues de Sevilla no requieren sus servicios, pero se consuela pensando que es porque tienen algún familiar que les lleve. También cuenta con orgullo como el Dr Quiroga, coordinador de la Unidad de Oncología del Hospital Infantil Virgen del Rocío, lo recibió en su consulta para agradecerle su labor o como la Sra Guardiola, presidenta de la asociación ANDEX, le admira igualmente.
Rafael ha cambiado la manera de trasladar a un niño al hospital, lo ha convertido en un paseo agradable, divertido y mágico, quitándole la frialdad que tiene el preámbulo de cualquier tratamiento pues consigue hacerles sonreír.
Cómo contactar con Rafael, el taxista de los niños enfermos
Si tenéis la necesidad de trasladar a un niño enfermo al hospital o bien conocéis quien necesite este servicio, puedes contactar con Rafael directamente en el número de teléfono: 607 307 414 o bien a través de la asociación ANDEX. Y si estás de paseo por Sevilla y piensas trasladarte en taxi, ten preparado un donativo por si el siguiente taxi disponible fuera el de Rafael.