En el viernes de SIQ se programó una mañana de moda para los disparos de las cámaras de fotos, que captarían la nueva colección de tocados de Luis Benitez. El lugar, la plaza de Santa Marta, entorno reservado para este shooting al aire libre en el que miradas privilegiadas y ocasionales desvelaron los detalles de sus nuevas creaciones.
Tras la pausa obligada para el almuerzo, las novias en SIQ tomaban la tarde de la pasarela con diseños textiles, comenzando Alicia Cáceres, que tras sus inicios en moda flamenca se aventura en colecciones de novia y fiesta al igual que Ernesto Sillero, ganador del certamen de noveles SIMOF 2015. Junto a ellos, ‘Charolotte’, colección de Patricia Bazarot impregnada de las tendencias cincuenteras, y Julián Ortiz, que daba fin al programa de desfiles de novias en SIQ 2016, con una colección muy personal, ya que mostraba sus diferentes facetas, sus distintos ‘ortiz’ creados en su atelier.
Veamos cada una de las colecciones de la tarde en pasarela SIQ 2016
Alicia Cáceres: Juego de Damas
Presentó una colección de alta costura para invitadas de boda, sin olvidarse de algún que otro diseño de los que besan el suelo. Su mezcla bicolor del negro con el amarillo o el blanco, jugaba con los contrastes marcando caderas y hombros. Entre sus propuestas, una poco habitual para invitadas se definía con pantalones y con un cuerpo sin mangas que se alargaba como lo haría un guardapolvo, pero acabado en cola pequeña. También los colores, con predominancia del amarillo, son inusuales.
Para novias sus diseños comprendían un pequeño catálogo de los distintos tipos de vestidos que pueden encontrarse. Así los princesa, sirena, rectos y evasé no faltaron, repitiendo también pantalones para novias, tendencia que comenzó a verse la temporada pasada, o inclusive las transparencias que colocó en vertical seseante en un vestido con capa de cola desde hombros. Mi favorito, este princesa asimétrico de doble largo en rosa cuarzo.
Patricia Bazarot: Charlotte
Inspirada en el glamour parisino de los 50, crea un colección que afina cintura y se desmesura en los volumenes de faldas, aupadas con tules que tapan hasta las rodillas. Vestidos que incluyen su sello, dejando al descubierto espaldas con escotes en uve, tanto para invitadas como para novias.
Destaca entre sus propuestas de novia, este dos piezas, básico en los 70 para los casorios civiles, cuya botonadura de piezas facetadas agarra un escote ombliguero que tanto favorece a quienes lucimos poco busto. Alguna ventaja hemos de tener…
Novias en SIQ de Ernesto Sillero
Trajo hasta SIQ 2016 una pequeña colección de novias, suficiente y contundente para seguir dejando bien claro su sello y su manera de coger la aguja. Como ya hiciera con sus flamencas este año en SIMOF 2016, el talle lo marca y lo acentúa en femenino. Recurre a flecos, volantes y lazadas para decorar hombros. Son el crepé, el guipur, las sedas y el neopreno sus lienzos en blanco natural y marfil para vestirte de novia el día de tu boda.
Todos para enamorarse de ellos y lanzarse, sin pensarlo, a dar el ‘Sí, quiero’. Entre sus propuestas, me llamó la atención un vestido de novia debido a cómo ha trabajado el tejido. Desde el corte imperio lo hace jirones y en el pecho lo tricota, puenteado al arete del cuello, que le añade ese toque étnico a esta novia de Ernesto Sillero. Ya quisiera yo poder decir eso de ‘iré de trapillo’ como respuesta a la pregunta de ‘¿Cómo es el vestido de novia? y vestir un vestido de novia como éste. ¡¡¡Simplemente bello!!!
Ángeles Espinar: De Manila a Sevilla
Elemento habitual en las bodas de nuestro país es el mantón de manila, usado antaño a todas horas como prenda de abrigo por las señoras y que, hoy día, se ha convertido en un artículo reservado a las ocasiones especiales. Es Ángeles Espinar, bordadora por tradición familiar, pues la sangre tira, y mucho, la encargada de pasear flecos enrejados y sedas por la pasarela SIQ 2016, demostrando por qué lleva más de 30 años diseñando mantones.
Los bordados de siempre, los clásicos de rosas y flores, salpicados de faisanes y pavos reales, se alternan con otros que renuevan con sutileza y elegancia la vistosidad del mantón, bordando edificios con historia como La Giralda o La Torre del Oro, y religiosos, como la Virgen del Rocío.
Sí, Ángeles Espinar introduce arquitectura y cultura entre rosa y rosa, en la esquina de una de las cenefas o en cierta zona para que, al vestirlo, quede decorando hombro o escote.
Julián Ortiz: Trabajo de estudio
Con su logo en tocado a lo Tolentino, por cierto, ¿será el autor?, comenzó el desfile de ‘Trabajo de estudio’ de Julián Ortiz en SIQ 2016. No ha preparado una colección a proposito de la pasarela, sino que ha traído hasta la escalinata del Archivo de Indias una representación de lo que es su trabajo habitual.
Ha querido que pueda ser observado por todos su costura a medida, sus invitadas y sus novias. Tiene ciertos detalles que son asiduos en sus colecciones y que son su sello de identidad. Utiliza tejidos como draps, gasa, tul, mikados y brocados, entre otros, para dar vida a novias que se visten de blanco y con estilos muy personales, característica de la moda hecha a medida.
Para invitadas su equilibrio entre sencillez y volúmen se ajusta, en este estilismo, a la doble fila de botones de esta chaqueta por arriba, vestido largo de noche por abajo. Y todo bordeado por un volante fruncido para ese efecto despegado del que tanto gusta dar uso. Sin duda una este vestido es una apuesta por la eternidad, de esos que se postulan como inversiones de armario.
Con la elegancia de las puntadas de Julián Ortiz, se cerraba una tarde de moda que arrancaba con fuerza en tonos arrebatadores de Alicia Cáceres aunque, ya en su propio desfile, se fueron suavizando. Invitadas dulces, como las de Patricia Bazarot, las novias de Ernesto Sillero, en una colección que sabe a poco, y la personalidad de cada uno de los diseños para novias e invitadas perfectas de Julián Ortiz, fueron sumando para dejar ese buen sabor de boca al finalizar el viernes de la Pasarela SIQ 2016. Pasarela de novias en la que Ángeles Espinar añadía ese plus flamenco que caracteriza a a las bodas: el mantón de manila, a los que aporta un puntito de innovación.