Caridad Pastor, con más de 25 años en el sector, nos presenta su línea de novias e invitadas
Lo tenía todo para dejarme boquiabierta. Desde un cuarto de siglo como firma, aunque yo cuento algo más de tres décadas, hasta sus viajes de formación, sin olvidar su aprendizaje en talleres de moda y la asimilación de nuevas facetas del proceso de producción. Y, ojo, es ahora cuando quiere darse a conocer en pasarela.
Ella cuenta, como te decía, 25, pero yo le anoto 30. Te explico. Una trayectoria profesional no se inicia cuando se funda la firma. Los cimientos vienen antes. Si me apuras, el comienzo está en ese primer momento que a la diseñadora le fascinó la moda. Instante que suele ser precoz. Pero no hilaré tan fino. No me iré tan atrás. Eso sí, le sumaré los previos. De ahí mis cálculos de algo más de 30 años de Caridad Pastor en la moda. Los que añado son los que quedan entre la formación académica y la creación de la firma, fundamentales para sentar las bases de la línea creativa.
En el 92, Caridad Pastor se traslada a Barcelona para ejercer su formación de patronista, pero acabará como modista en distintas casas de moda, entre ellas Pronovias, que le aportará esa faceta de la que carecía entonces. Tras su experiencia allí, en torno al 98, llega a Sevilla para seguir trabajando en talleres de moda, entre ellos Frank Sarabia, saltando a la moda flamenca de la mano de Pol Núñez, con la que ultima su fase práctica.
Será entonces, tras dejar los volantes, cuando se asienta definitivamente en Sevilla y comienza su andadura como diseñadora de moda. El paso por las diversas firmas de novias, moda y flamenca, le han dado una visión bastante completa para construir su propio enfoque en moda.
Quizás de novias tenga el gusto por el detalle y la aplicación de técnicas de alta costura en tejidos. Quizás su comienzo en ellas le aporte la diversidad necesaria para definir novias e invitadas, sin necesidad de hacer un uso excesivo de recursos acentuados como flamencos. Quizás también su carácter espontáneo, sincero y cercano te despisten. No lo hagas. Estás ante una mente creativa que roza la excelencia y convierte cenicientas en princesas.
Invitadas de Caridad Pastor
Y eso puedes comprobarlo en su última colección de invitadas y novias presentada, como te decía al inicio, en Dos Hermanas se va de Boda. Presentación que incluía ese grisáceo perfecto para bodas, que ahora pasa por metalizado, en el que la sencillez de una falda tubo de largo midi se busca para hacer resaltar un corpiño de cierre fácil, cuajado de detalles. El propio tejido se encarga de darle un sentido horizontal.
Las aplicaciones en guipur brillante le dan ese toque de lujo que busca una invitada de boda.
Aunque delimita muy bien sus líneas creativas, de tanto en tanto elementos saltan de una a otras. Como los volantitos, colocados aquí desde sisa, con tirantas y largo mini. Propuesta encarnada, donde la versatilidad está asegurada siendo perfecto tanto para una Cena de Pescaíto como un almuerzo de boda, comunión del sobrino o quedada con amigos el viernes noche. Un todoterreno, sin duda.
Y, cómo no, el fleco y el lunar. Escoge el lunar básico en blanco sobre negro para el vestido con cinturón, complemento estrella de la temporada, y el flecado, lo dispone para rematar el kimono a juego en rojo. Toma nota, porque, sin duda, es una opción muy original para sustituir al mantón, si es de tus piezas favoritas para según qué eventos.
Flecar mangas cortas es esa genialidad que alarga la prenda hasta los puños sin realmente llegar a ellos, propiciando ese glamour aflamencado del look en tono nocturno, o de tarde noche, sin que pase factura el calor que pueda hacer. Algo que cada vez es más necesario.
Para invitadas no sólo imagina largos mini y midi, sino también estilismos con pantalón. En este estilismo, de nuevo en rojo y negro, combinaba corpiño de escote corazón y cierre dentado, que, además, se laza y combina con un pantalón fluido en negro. Recrearse en los ojales a la espalda y las cintas de raso es de obligado cumplimiento.
Ajustado al milímetro, pero con la picardía de emplear un tejido que no marca exhaustivamente, sino con disimulo, Caridad Pastor imagina una silueta flecada en buganvilla. Con largo su largo favorito, midi, y acompañado de estola estampada que se cruza dos veces en el talle para, finalmente, anudarse en cintura y caer hacia un lado, consigue esa función que posee todo complemento, de marcar y ensalzar.
La chaqueta, prenda que definió a una época y que ha vuelto tímidamente, sin arrasar, pero sin desaparecer de armarios, aún, y que Caridad Pastor la versiona en traje de falda. Aquí hace uso de un estilo sastre para este dos piezas que tiene también su aquel, por las posibles combinaciones que el estilismo propicia con cada prenda. Lazada tendencia en vez de botones, u cualquier otro tipo de cierre, y florecillas al hombro, son los ingredientes que dulcifican este sastre por ende masculino.
Novias de Caridad Pastor
La parte del desfile correspondiente a novias también se iniciaba con propuesta sastre, versionando el pantalón en palazzos para combinar con top palabra de honor de encaje y combinado con una antojadiza chaqueta de solapa continua y ancha en ese textil perlado que se ha prodigado a lo largo de toda la colección. Y que caracteriza a la firma.
Tras esta propuesta, una capa corta a modo de crop top se versiona en esta novia de Caridad Pastor. Aquí no ejerce su función de abrigo, sino de traje de novia en sí, lo cual aporta renovación a esta pieza clásica. La falda larga hasta los tobillos con abertura interminable, completa este look fresco y actualizado.
No son las únicas propuestas de Caridad Pastor en dos piezas. Observa este corpiño con cierre de lazo a la espalda y cremallera en el talle, que propicia rapidez y comodidad en el cambio de vestido. Y baja la vista hasta esa pequeña cola de capilla, que no hace más que continuar el estilo del cuerpo con vese romanticismo vintage que se ve multiplicado gracias al textil para novias. Gracias al satén con cuerpo.
La silueta de traje de novia con cola de capilla prosigue en esa línea minimalista que le caracteriza. Combinándose perfectamente con aplicaciones que embellecen con discreción. Y todo para una manga francesa y doble escote cuadrado.
Esa misma silueta se repite, pero en un sin mangas con vuelo desde cadera, para este estilo princesa de volumen comedido que define a la firma. Con botones forrados y aplicaciones de perlas, de las que se cosen una a una, y que añade ese toque de alta costura que propicia ese sabor único en prendas así.
Perlas, de nuevo, pero, esta vez, para el velo, que nace en la base del peinado y que se alarga hasta allí donde acaba la cola surgida en cintura. Marcada por aplicaciones facetadas en plata y perlas al hilo en un sutil detalle a la espalda con puente entre hombros.
Los escotes lineales, cuadrados, tal y como le gustan a la diseñadora, y los botones forrados, por supuesto, en ese detalle vintage que toda novia debe lucir en su estilismo.
Su color favorito, el rojo, su elemento imprescindible, la flor, y el aventurarse a contracorriente con el negro para invitadas, marcan esta colección de fiesta y novias que Caridad Pastor nos presentaba y en la que primaban la versatilidad y la comodidad. Una buena carta de presentación, para conocer a quien lleva más de 25 años vistiendo a la mujer, en todos esos momentos importantes del año y de la vida. Y quien, pronto, también mostrará su primera colección de moda flamenca en pasarela. Su tesón y constancia la han llevado hasta aquí, hasta donde siempre ha querido estar y domina.