En esta edición, el traje de flamenca de María Zapata inspirado en la diputada republicana Clara Campoamor, defensora de los derechos de la mujer y su libertad, ha sido el ganador. Pero no el único, pues el jurado ha estimado oportuno conceder en esta ocasión una mención especial a Verónica Núñez debido a las características de su propuesta flamenca. Por lo que hemos tenido ganadoras en el certamen noveles de Pasarela Flamenca Granada.
Pero desglosemos, como es habitual, uno a uno los trajes de flamenca imaginados por estas mentes osadas, que, de momento, no parcelan su creatividad y nos demuestran que otras opciones también son flamencas.
Ana Espinosa
El estilo navy se versa en flamenca, usando las rayas horizontales en el talle bajo y el rojo para el vuelo y el tul que tinta enaguas, además de la flor al pecho. Iniciaba así esta diseñadora el certamen de noveles.
Beatriz López Sánchez
Para este dos piezas de vuelo abotonado y asimetría flecada, la sorpresa aparecía al deshacerse de la falda que dejaba entonces el capri en negro a la vista.
Beatriz Vidaurreta
El brillo de vuelo suave y cuello camisero se imaginaba en lila, que contrastaba con el amarillo del calzado elegido y el fondo usado para las flores, un abanico de varillas de plástico que, quizás, no hubiera sido necesario incluirlo en el estilismo.
Bibiana Sánchez
Para esta bata de cola los moldes clásicos se rompen con los detalles, pues el patronaje sigue las pautas marcadas. Así, los volantes al hilo contrastaban con las cadenas, tanto a la espalda como en el delantero, que ejercían de flecos. Misma tónica para el pañuelo atado en el nuca que, aquí, hacía las veces de flores y peinecillos y, quizás, los imperdibles de las tirantas pretendían evocar a los broches.
Carla Villanueva
Sobre el verde sembrado de flores en rosa reposaba una pieza tipo abrigo de organdí al tono, donde la manguita farol ensanchaba hombros que acentuaban ese abrazo propio del cinturón al talle.
Humberto Cañas
Su forma aparentemente de influencia cubista, por aquello de las marcas en forma de rombo para el vuelo de miriñaque y el cuerpo dibujado con puzzle triangular en blanco, adquiere unos matices ochenteros con el uso de mangas jamón y su estrechamiento hasta las muñecas.
Irene Eliason
De silueta sirena y asimetría complicada, de la que comienza en el cuello para caer por detrás en forma de lazada, deja que las mangas se dibujen con calados abiertos en uno de esos tejidos tendencia cargados de luminosidad.
María Bustos
Más flores aquí, en un diseño en el que un buen puñado de rosas abiertas sobre fondo azul cielo le pide algo más de vuelo en volantes del bajo, a la vista de la envergadura que adquieren las mangas con carruchas. Además, se confiere como uno de esos diseños perfectos si tus preferencias pasan por la comodidad y ligereza en los trajes.
María Zapata
Y el tejido plisado, tendencia de la temporada, obtuvo aquí premio, galardón al mejor diseño, a la mejor creación novel de esta edición de la pasarela Granada Flamenca, en la que el vuelo tableado en blanco a juego con un crop top de corte amplio que, sin ajustar, solo acentuando suavemente, se equilibraba con el vuelo abierto de tres volantes en organdí con mensaje escrito incluido. Que imagino que son frases de Clara Campoamor, mujer y política que inspira esta creación. Y como pincelada tonal el morado nazareno, que realzaba y daba el toque a uno de mis favoritos de este certamen. ¡¡Enhorabuena María Zapata!!
María Rosario Velasco
Y de nuevo cola, pero esta vez de capilla, similar a las cortitas de novias, en azul añíl y blanco con fajín de flecos maxi que se separaban por el remate fruncido del bajo del vestido de flamenca, que subía por delante y que también lo hacía por detrás, lo cual le aportaba una singularidad que lo alejaba del concepto habitual del traje de flamenca.
Myriam Nieto
He aquí otro de mis favoritos en organdí chocolate de aires canasteros y enaguas que no sólo suavizan la intensidad del color y aúpan el traje, sino que se muestran para darle otro aire al bajo del traje de flamenca. De talle, un body en verde militar y de flor. un par de ellas en un rojo pasión.
Pablo Sánchez
El más transgresor de los que se han visto en esta edición, tomando la temática religiosa como inspiración para exornar en metal el talle con el corazón de Jesús y su cruz. Imagina así un traje de flamenca que evoca a la indumentaria conventual en negro y blanco, dejando el lunar para motear el volante.
Rebeca Mercado
Hace tiempo que no se veían las mangas corsarios y esta temporada se están volviendo a diseñar, aunque discretamente. A juego con este vuelo considerable imagina la diseñadora el del traje de flamenca en evasé que no llega a los tobillos, pues se deja acaparar por las enaguas también en tonos anaranjados.
Rocío Merino
Su participación en este concurso de noveles no ha sido la única de este año, pues ya viene de presentar mini colección en otro. Su diseño dulce en azul claro, con asimetría en escote, mezclando volante de capa y flecos, define su flamenca de estilo más bien clásico.
Sebastián Naranjo
En uno de esos estilismos que gustan, pues el eterno rojo y verde que se puntea con lunar negro son de las combinaciones atemporales, este diseñador imagina un setentero que cambia el mantoncillo por un chal agarrado a la cintura y pañuelo para cuello camisero. Eso sí, todo al más puro estilo Philipe Tracy a la hora de exornar el cabello, pues las florecillas caen desde allí para ocupar el semblante, recordando al tocado que, de este sombrerero, luciera Lady Gaga hace un tiempo.
Verónica Nuñez
Y con ella se cumple esa máxima en la que se defiende que el último puesto no es sinónimo de ser el peor lugar. Su cierre al concurso le valió una mención especial. Sus cuadros madrás, cadenas de eslabones, flecos maxi y lunares conformaron un estilismo de premio sorpresa, pues, tal y como argumentó el jurado, ha usado de forma excepcional el tejido tweed, conformando un look con referencias al Sacromonte merecedor de ser destacado.
Y tras el concurso de noveles, desfilaba aquel que lo fuera el año pasado, llevándose el premio al mejor. Se trata de Carlos Checa que volvía a esta pasarela no sólo parar presentar sus nuevas propuestas, sino para mostrar la colección con la que acaba de ganar el noveles de SIMOF2020.
Su colección es un selecto puñado de diseños de lo más vintage, aunque puedan no parecerlo, que, basándose en el lunar negro, se perfilan en cortes lady like, aunque también hay algún otro Marisol por encima de las rodillas. Para todos el volumen, propio de los años 40 y 50 del pasado siglo, tiene vital importancia y define el movimiento de cada uno de sus diseños. Por lo que puede decirse que Carlos Checa ha imaginado trajes de flamenca con largos atípicos y volúmenes desbordantes a lo Pedro Béjar, también mención especial en un concurso de emergentes hace unos años y confeso amante del exceso de enaguas en vuelos.
Así terminaba la mañana del sábado dedicada al diseño osado, al de poca experiencia que se lanza al vacío y le sale bien, al que se atreve a innovar, pues piensa que aún puede imaginarse lo nunca visto. Por eso es obligado felicitaros a todos y cada uno de los que participasteis en esta edición porque, en parte, sois así y, también en parte, sois responsables que la moda flamenca siga respirando nuevos aires. ¡¡Gracias por crear flamencas!!