No siempre los comienzos son difíciles ni los inicios imposibles, a lo que hay que añadir también aquello de ‘nunca es tarde’. Demasiado acostumbrados, quizás, a que todo el periplo profesional siga un orden pre-establecido al que intentamos adaptarnos todos. Pero, afortunadamente, hay ocasiones en las surgen almas rebeldes, como la de Eva Valderrama, que no encuentra límites ni a su osadía ni a su ímpetu, conservando, o aplicando sería más correcto decir, la frescura, energía y arranque de las historias que comienzan.
Porque años y años aprendiendo los entresijos de un taller y trabajando para terceros dan para mucho. Para mejorar la técnica y conocimientos, para explorar nuevos campos, a priori hinóspitos, y para aprender a esbozar su propio cuento de hadas, o el de La Lechera, pero con final feliz. Y es ése, precisamente, el punto de partida de mi relato, como lo es de muchos de los artículos que lees aquí, pues presentarse en la última edición de Code41 Trending con una colección como la suya demuestra no sólo tablas y autoridad en lo que hace, sino la determinación de su estilo en moda y haber hecho realidad su sueño.
Es fácil observar que no diseña para mujeres encorsetadas, aunque tampoco lo hace para las que se pasan el día en deportivas y chándal, ni las que no siguen estereotipos o las que no les gusta salirse de las normas. ¡¡Qué lío!! Entonces, ¿para quién diseña Eva Valderrama? ¿Cuáles son los estilos de Eva Valderrama? Te propongo que hagas el ejercicio de mirarte al espejo y examinarte un segundo. Tras ello tienes la respuesta. Pues, efectivamente, diseña para ti y si miras a tu alrededor, para ellas también, por muy distintas que las veas de ti. ¿Y por qué esta peculiaridad?
Porque, simplemente, en su parcela creativa caben todos los estilos que imagines. Por eso, en esta colección, ha sintetizado todo el ramillete de damas y gustos que existen, tanto de las que pasan cada semana por su taller como de las que pasarán. A unas les gusta el vestido más sueltecito y prefieren pantalón. Para ellas una de sus propuestas en las que un sencillo y amplio mono de tirantes, combinado con un abrigo estampado, resulta ser perfecto.
Otras se decantan por la sobriedad de lo clásico, lo que se ajusta a todas las normas de la adecuada vestimenta, no arriesgando y acertando. Para estas otras, por qué no este vestido lápiz, drapeado por delante en la cintura y con una pequeña abertura también al final del vestido estampado.
Están también las que les gusta ir a contracorriente, y colocarse un vestido, aparentemente, al revés, lo que convierte en todo un reto el arte del vestir, con el cual disfrutan. Aquí Eva Valderrama coloca escote uve y botonadura dorada a la espalda, y un cuello barco por delante, desterrando cualquier detalle que pudiera restar protagonismo a la impresionante pamela de plumas al tono. Que, dicho sea de paso, también salen de las manos de la diseñadora.
No quiero olvidarme de las que no siguen esteriotipos y que encotramos representadas en su apuesta para novias, que lejos de ser un clásico de boda, se configura como diseño de los que no pasan desapercibidos. Sigue todas esas normas del buen vestir para ceremonias religiosas, con hombros debidamente cubiertos, al igual que brazos. Dejando sólo un breve y discreto espacio en vertical cercano a la base del cuello y poco más.
Y esto lo imagina en abrigo de doble largo y capa, que bien parece hacer un guiño al chaqué de los señores, pues el pantalón de seda blanca que se armoniza con un sombrero de copa al tono, exornado con plumas y velo, ayuda a verlo de esta manera. Esto último es lo que le da ese punto que hace que este estilismo de boda se postule para novias diferentes, para esas novias que prefieren perneras a vuelos de capa y que quieren sentirse vestidas para la ocasión, pero no como la invitada perfecta de su propia boda, sino como un fiel reflejo de ellas mismas, seres libres que disfrutan de su propia rebeldía y femineidad.
También se encarga que aquellas con un sentido más práctico de los estilismos. Me refiero, a esas que han hallado su equilibrio perfecto para interpretar un look según le convenga, consiguiendo siempre un acierto en lo que hacen. Este juego de pantalón palazzo, o casi palazzo, y top amarillo con aplicaciones de flores, en manos adecuadas, será perfecto para comunión, bautizo o, incluso, boda, uso tras el cual pasará a engrosar esa zona del armario que destinan a prendas para el fin de semana u otros eventos de menor calado.
Luego tenemos las que se sienten sofisticadas y necesitan de ciertos patrones seseantes que marquen e insinúen, como este buganvilla que se abraza, a lo kimono, por delante y se ablusona en mangas hasta las muñecas.
Por supuesto, también alberga en su colección diseños para las que siguen tendencias. Eva Valderrama las imagina en amarillo, tono de la temporada, y con volantes al hombro y asimetría en mangas para uno de los cuellos más visto este 2018, el cuello barco. Y, como así ha sido en toda su presentación en Code41 Trending, con tocado de la propia firma.
Aquí emplea una base de sinamay que retuerce para evocar esos kellys o azafatas que no pasan de moda.
En cuanto a estilismos nocturnos también tuvo a bien incluir un dúo de los que contenta a todas. Por un lado un vestido largo de los que besa el suelo y descubre a la piel, en todo su esplendor, por detrás con tirantas anchas pero sutiles y coquetas. Perfecto para talles muy marcados, buscando, además, disimular allí donde siempre nos quejamos.
Por otro lado, mi favorito, propio para quienes, como yo, quieren seguir creyendo en los cuentos de hadas y princesas, a pesar que el tono en el que está realizado pueda resultar, en principio, nada romántico, el negro. A pesar de ello, la aguja de Eva Valderrama ha sabido entonar esa dulce música bohemia que ha elevado, a este traje, a la consideración de romántico. El escote corazón y una falda de vuelo plisado desde la cintura, han conseguido definirlo en tono princesa, tanto en las de siempre como en las de tan sólo un día, tal que fueran mariposas efímeras.
La suavidad con la que las mangas acarician la piel y el dibujo que conforma el tejido en el talle, marcando cintura y dibujando escote, esbozan esos aires bohemios y delicados que se aprecian. ¿Qué más puedo decir de él si para mí lo tiene todo? ¡¡Simplemente bello!!
Ésta ha sido la presentación en pasarela de Eva Valderrama, la puesta en escena de cómo ella hace moda y que supone completar el proceso de creatividad independiente que ha iniciado y espero prosiga. Pues se necesitan firmas como Eva Valderrama, que no se detengan en un solo estilo, sino que evolucionen hacia otras formar de vestir perfecta, desarrollando así, plenamente, su capacidad.
Lo cual puede ser que se haya visto propiciado por su arranque tardío. Lo cual está resultando más que efectivo para ella, pues no le está restando sino añadiendo un plus a la firma, una cualidad, diferenciándola, por tanto, de otras. Para mí su aparición en pasarela ha llegado en el momento adecuado. Quizás antes le habría faltado ese acopio de conocimientos que ahora sí tiene y puede que si lo hubiera dejado para más adelante, habría desistido de intentarlo, no llegando a desarrollar esta faceta personal suya que tanto potencial posee. No habría podido escribir este cuento con final feliz. El caso es que Eva Valderrama se suma a las firmas de moda y eso ya es un hecho.
Así que… ¡¡Bienvenida Eva Valderrama!!