Entre las fotografías de la exposición “Perú” desfilaron las colecciones que la Noche en Blanco tenía previsto en la Fundación Valentín de Madariaga el pasado viernes 3 de octubre 2014. Los desfiles Noche en Blanco se dividían en dos y las dos partes con cierres de oro: José Raposo y mi admirado Felipe Duque. Pero no sólo ellos brillaron en la Noche en Blanco, Laura Cordero, Inés de Tovar, Vallyvas, María Ávila, Cotidiana, María Bordallo, Lorena Subieres, Luisa Cornejo, Gitano, Bastien Duhem, Barevny y Caridad Pastor.
Laura Cordero comenzó la sesión de desfiles. En su colección de fiesta los colores cálidos, como el rojo y el naranja, alegran y contrastan al negro, nota común en todas las prendas. Mis favoritos estos dos vestidos con tul, muy sútil en el de falda evasé, y descarado y divertido en el otro.
Con aires étnicos Inés de Tovar y, después os hablaré de ella, Lorena Subires. Su vestido negro y largo recuerda a las shilabas, aún más las evoca gracias a los zapatos de corte masculino y puntera afilada que acompañaba a los trajes.
Vallivas hace una colección enfocada a una mujer madura, que apuesta por lo seguro. De María Ávila pudimos disfrutar aún más de cerca de su colección Butterly, de la que ya disfrutamos en Pura Moda este verano.
No pude evitar al ver esta chaqueta de Cotidiana recordar a Agatha Ruiz de la Prada, a esos diseños donde sobre la falda posan las manos. ¿Será admiradora de esta otra diseñadora? He de preguntárselo. El bombín, muy acertado, continuando las curvas de la chaqueta.
La Noche en Blanco de José Raposo
Cerró la primera parte del desfile, seguramente aún deleitándose del reciente conseguido Premio Nacional a la Moda para Nuevos Diseñadores. ¡¡¡Yo estaría en las nubes!!!
Su desfile trajo glamour cincuentero visto desde el siglo XXI, como la espalda sin censura en camisas de manga francesa tipo capa y cuello barco a juego con falda Lolita. Palazzos, bermudas y faldas abotonadas al son de una música suave, un blues a lo Sinatra. Ese fue el cierre elegante y glamouroso para la primera parte de los desfiles.
La segunda parte de los desfiles arrancó con la elegancia clásica en tejidos plisados y satén de María Bordallo. Rojo, rojo por todas partes, no sólo en su colección sino en otras vistas antes en esta velada de la Noche en Blanco. Bien es sabido que en tiempos de crisis el rojo y las faldas cortas son tendencia. ¿Será que aún seguimos en crisis? Bueno, dejando pensamiento personales a un lado prosigo. Me encantó el arranque de la segunda parte. Todos y cada uno de sus trajes tenían personalidad propia y, supongo que serán ya las ganas de ver moda flamenca, uno de ellos bien podía lucirse por el Real. ¡¡Ah!! No me olvido del vestido de noche en color naranja, tono del que tanto uso estoy viendo últimamente. No os diré cuál es pero os lo dejo en fotos.
La Noche en Blanco de Lorena Subires
Tras el halo de elegancia de inmediato un vendaval étnico y arrollador de Lorena Subires. Sus diseños denotan garra, fuerza, seguridad y sensualidad. ¿Con cuál me quedo aunque no me pueda poner ni la mitad si me gustan todos? Su desfile lo encabezaba un chico, cubierto de piel, con falda y camisa de tejido similares a esas cortinas mejicanas que se ven en los “spaghetti western”. Con su presencia ya apuntaba maneras en cuanto a estilo rotundo, seguro y sin pestañear. Lorena….¡¡¡Me encantas!!!
![]() |
![]() |
Y del punto rock al hippie chic de Luisa Cornejo. Todo muy “flowerpower” con colores fuertes, los clásicos rojos y naranjas, tónica de la jornada, como son el rojo y el naranja, eso sí, con pinceladas flores en estampados y aderezos. El contraste a este bullicio lo ponía Bastien Duhem, sobrío y austero salvo su vestido de novia.
Los encajes, al igual que en la colección de Gitano del que podéis saber más en el post publicado justo anterior a este, también formaban parte de la colección de Caridad Pastor, combinados con lunares y tul, haciendo una mezcla bicromática rematada con tono oro en algunos diseños.
De Felipe Duque empiezo a escribir y no paro. Mi admiración por él comenzó en MOVE 2014 y, a día de hoy, después de lo visto, no es que siga sino que aumenta. Presentó una nueva colección en dos tonos básicos, si me apuras más bien tres, maquillaje, blanco roto y rojo, los cuales vestían el romanticismo y glamour de las prendas que desfilaron. Caídas delicadas en faldas, sin marcar silueta, o con forma globo, pero, sobre todo, conjuntos de dos piezas de camisa y falda. Os dejo aquí un aperitivo que el plato fuerte se está preparando y lo presento en unos días.
Los tocados de Barevny en la Noche en Blanco
Algo saturada ya de ver tantas diademas y coronitas de flores, quedé encantada con sus propuestas. Me gustó cómo abrió el desfile por la sencillez del tocado: dos simples flores, no muy grandes, en diadema y no, no son pequeñitas y amontonadas que tanto se ven, esas que ya están tan vistas. Luego hubo otros dos que me gustaron por la combinación de tonos y diseño. Uno de base sinamay estampada, poco habitual, con raqui de avestruz y otro también con base decorada, pero esta vez más elaborada, el de base bordada con perlas y cuentas de colores, y aderezada con plumas y velo al tono.