Siempre me ha cautivado la sencillez con la que hace moda flamenca Alba Calerón. No necesita tejidos ricos, tampoco busca estampados únicos ni colores imposibles. Simplemente utiliza lo que ya conoces, esos tejidos y elementos que rezuman ‘flamenqueo’ por todos lados, de los que no hay duda que sí o sí emanan flamenco. Así es como ella se imagina, una a una, nuevas flamencas. A su manera, sin barroquismo ni patronajes complicados. Solamente un traje de gitana, unos volantes, lunares, mantoncillo y un par de flores bien ‘plantás’.

Sólo lleva dos colecciones de trajes de flamenca presentados en pasarela y aunque, puede que me apresure en lo que voy a escribir, con ésta, con la de este año, aún me queda más segura la impresión que tuve. Alba Calerón va entrando en moda flamenca con paso suave y silencioso. Se denotan en sus colecciones ciertas características propias de quién empieza, pero también otras de quién ya se le considera profesional.

Ha conseguido dar forma y pautas a su estilo en moda flamenca, aunque puede que cambie un poco en el futuro, por eso aún es pronto para circunscribirla. Pero, y espero que el tiempo confirme mis pensamientos, posee una línea de diseño con una elegancia sobría de las que se califican de glamourosa. Con unos ingredientes acordes a esas pretensiones de esta aguja emergente por renovar a la flamenca clásica, haciendo uso de los tejidos propios de la de entonces y no de la de ahora. Es ésta una apuesta que me atrae y apoyo y que a pocos he visto utilizar esta temporada como ella lo ha hecho. Pues trata de sacarle el máximo jugo a los recursos que tiene y lo hace bien.

Colección 'Mujeres' de Alba Calerón en Viva by WLF18Sus trajes de flamenca son esbeltos, parco en detalles pero sobrados de estilo. No es de ésas agujas emergentes cuya predilección es el volumen XXL, a pesar de haber surgido en rodeada por preferencia textil. Tampoco se la puede encasillar en la flamenca clásica al cien por cien, porque, y sobre todo en esta segunda colección, le gusta experimentar tendencias en el traje de flamenca y con otras alturas del talle.

Así que, visto lo visto, creo que resulta claro por qué destaca. Y si no te lo resumo en esta frase: coge ingredientes de un lado y de otro y surgen ‘calerones’. Toma el volante grande en tejido como el popelín, así no necesita de enaguas desmesuradas en tul para aupar el vuelo. Los coloca al hilo, frunciditos, tal que caben unos tres desde el comienzo de las caderas. Por tanto, con talle alto, al modo de las flamencas ochenteras. Se olvida de las mangas farol, propias de esos años, y sólo cruza un mantoncillo al talle. Eso sí, de rosas estampadas para un clásico de lunares blancos sobre verde. ¡¡Simplemente bello!!

Traje de flamenca de lunares blancos estilo ochentero de 3 voilantes de Alba Calerón

Precisamente este traje de flamenca le dio pasaporte a la final en en el Certamen de noveles de Viva by We Love Flamenco. donde pudimos ver su colección. Y, por supuesto, bien merecido.

Traje de flamenca de dos piezas de falda setentera de Alba Calerón

Su interpretación del volumen no queda ahí, pues es proclive a vuelos setenteros y sesenteros, ayudada por nesgas y fruncido desde la cintura. Como precisamente este dos piezas, en cuya falda se aprecia un vuelo que podría calificarse de canastero. De lunar galleta y sobre el que deja que carruchas de seda, al tono del  moteado gigiante, recorran el maxi volante. A juego, también, una camisa de seda, semitransparente, que tiene, como único detalle, cuello abierto y solapado. Alba Calerón no necesita nada más para ponerte flamenca.

Traje de flamenca para romeras de Alba Calerón

En otro de sus estilismos, más rociero o romero que feriante, un pasacintas es el que rompe la monotonía cromática asalmonada de este traje de flamenca sin mangas. A la cintura coloca un pañuelo de flores atado a un lado en colores vivos para que resalte.

Para este traje de flamenca, a medio camino entre sus adorados setenteros y los incombustibles talles bajos, elige un azul índigo en un patronaje de los que marcan silueta. Que, por cierto, siempre son tendencia, por muy incómoda que nos pueda hacer la visita al baño. Aunque no es el caso de los ‘calerones’. Lo baja lo justo, para, a partir de ahí, nacer un vuelo de capa con carruchas zigzaguentas que formarán corazones a capricho, uno al lado del otro, dejando el remate del traje de flamenca a un par de parejas de volantitos menudos. Que se repiten en las mangas pero en vertical.

Traje de flamenca color azul índigo de Alba Calerón

En la misma línea, imagina un canastero en rojo, de cuello redondo, con lazada en la cintura. Y otro más en verde, con escote uve cubierto de encaje negro, con un vuelo canastero que sólo tiene una transición y las mangas, cortas por cierto, que repiten el mismo esquema. Acompañándose, de nuevo, por lazada a la cintura aunque realmente no lo necesita, pues el traje en sí, a pesar de su simplicidad, tiene peso por sí solo.

Traje de flamenca verde de talle bajo de Alba Calerón

Con este traje de flamenca finalizó su paso por el certamen, pues en este tipo de concursos las colecciones suelen ser mínimas. Y así fue cómo nos presentó este año Alba Calerón ‘Mujeres’, nombre con el designa a estos 6 trajes de flamenca inspirados en dos mujeres primordiales en su vida, sus dos abuelas, contrapuestas pero que resultan ser el complemento perfecto pues, como ella misma dice, le han dado unos principios y una manera de vivir distinta. ‘Ni mejor ni peor, diferente’.

Traje de flamenca canastero en rojo de vuelo canastero de Alba Calerón
Por eso imagina flamencas ajustadas y sin ajustar, de colores vibrantes y suaves, de glamour coqueto y descarado, para enunciar así la libertad que siempre le ha rodeado de pequeña y que ahora encauza en flamenca. Permitiendo que aflore su personalidad, su fidelidad a ciertas cosas, como el rojo y los lunares, y su inquietud por otras, por interpretar flamencas del XXI con tendencias, pero siguiendo los dictámenes de las buenas maneras de la flamenca de siempre. Respetuosa, por tanto, de una moda flamenca a la que ama y a la que ya le debe mucho, pues no es la primera vez que llega a una final. Con ésta, dos. Y eso denota por dónde van sus puntadas y en dónde quiere verse, al menos a corto plazo.

Alba Calerón tras el carrusel de su desfile en Viva by WLF18
Gracias Alba por tu minimalismo flamenco, desnudo de parafernalia y edificado con elementos sencillos, pues ya se sabe que menos es más, y más sólo puede ser exceso.

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