Del clásico traje sastre a la chaqueta corta y a su opción de doble botonadura. La chaqueta se diversifica y aguanta el revival que sufre desde hace unos años.
Así, la chaqueta corta, llamada también torerita, y la chaqueta clásica, pero, en esta ocasión, cruzada, a lo gánster con raya diplomática, es la propuesta que más se ha repetido entre los diseñadores que han podido verse en esta edición de la Mercedes-Benz Fashion Week Madrid.
Entre chaquetas, cut outs, lazos, mini bañadores, bodies y minimalismo, se repartían las diferentes opciones que las firmas han imaginado para vestirnos la próxima primavera verano 2024.
Dolores Cortés
Ambientación tribal para la presentación de una colección de estampados selváticos y tonos ocres en ese nivel edulcorado que no llega a ser pasteloso. Así vimos trikinis asimétricos, bikinis de braguitas con cordones y bajo mínimos imposibles, que se alternaban con esas otras opciones clásicas que a todas, lo que viene a ser aquellas sin cuerpo de modelo, es decir, la gran mayoría, nos vienen bien y podemos lucir.
Hay mezclas de estampados en parte de los looks playeros, pero todo con cuidado equilibrio. Para combinar, la firma propone vestidos vaporosos, kimonos largos e incluso pantalones. Lo cual convierte al estilismo en ese look perfecto que puede darte pie a otros paseos posteriores a los baños de sol e ir perfecta.
Isabel Sanchís
Hace ya tiempo que el concepto de moda de la firma me tiene conquistada. El primer contacto que tuve con la firma fue en su estreno en la MBFWMadrid y, sin duda, también fue un amor a primera vista. Todo un flechazo.
Dejando de lado este aspecto, toca centrarse en su nueva colección. En la que continúa esa estela creativa de preciocismo minimalista que le define, característico también de talleres de alta costura. Sus propuestas estivales, lejos de ser estridentes, se postulan en discreción elegante y en esos tonos neutros imperantes que se tildan puntualmente con otros más cálidos como el naranja.
El traje sastre cruzado, en esa faceta que le hace apto para eventos sociales fuera de oficina, contrastan con otros estilismos de talante urbanita nivel lujo, como las plumas que zigzaguean para dar forma a la falda midi con leggins o el entramado que no acaba en un bajo y prosigue con flecos. Estas son algunas de las genialidades que puedes observar en una colección sin límites imaginativos.
Y que sigue perfilándose como crop tops con lazadas, prendas superpuestas (minifalda sobre pantalón y conjuntado con crop top tipo bandeau, acompañado de chaqueta, por supuesto), hombros ochenteros, etcétera. Su colección es un suma y sigue de elementos singulares y únicos.
Hannibal Laguna
Lacos, volantes y el rojo como principales protagonistas de una colección que vuelve a encandilar a los más adeptos de la firma.
Transparencias sutiles y estampadas, motivos geométricos, pero siempre en torno al círculo, en estilismos de largo mini y midi, sin olvidar sus siluetas de vuelo tipo A, dulces y un tanto vintage. Para mostrar rodillas, escoge cortes rectos, escotes cuadrados y abullonados en mangas cortas. Todavía incorpora algo de flúor a sus diseños, optando por ese color vitamina llamado wasabi en la amplitud de su gama cromática. Color que, para muchas, siempre ha sido el pistacho. ¡¡Y cómo no!! Quizás uno de sus colores favoritos: el fucsia, a veces también nombrado como buganvilla, con el que expresa siluetas sirena y princesa de lazadas maxi.
Mans
El diseñador sevillano llega a la MBFWMadrid con su nuevo concepto de sastrería, en el que redefine el sentido de la masculinidad adaptado a la vanguardia. De esta manera, guiado por la costura tradicional, se lanza a experimentar con nuevos tejidos y cortes.
El resultado es el que pudo verse en pasarela, acompañado de otros cortes de la confección femenina en líneas etéreas, sobrias y elegantes. Y combinaciones de clásicos, como el blanco y el negro, para siluetas estilizadas de doble largo en propuestas de invitadas.
Destacable el uso ablusado con lazada sin hacer y esos otros pequeños detalles renovadores de la prenda, que son motivo suficiente que te permiten calificar la colección con esa atemporalidad implícita que tiene el diseño slow fashion.
Custo Barcelona
Ese espíritu bohemio, transgresor y un tanto hippie, no pierde su esencia en cada nueva colección que presenta. Así, un despliegue de cuts outs, blusas oversize, largos muy mini o de bajo tobillero con aberturas laterales infinitas, cazadoras, sudaderas y demás elementos que suelen ser constantes en sus diseños, volvían a verse en pasarela.
Fiel, pues a su estilo, combina tejidos ricos y brillantes con piezas más toscas, versándolas en tonos y estampados uniformes. Lo que le propicia el poder mezclar texturas y cortes desiguales.
Teresa Helbig
De dulzura suave y naif, sus diseños se atienen a esa nueva corriente que revitaliza las labores de costura. Dejando así bajo mínimos a los tejidos estampados, para focalizarse en ese trabajo de costura para crear relieve en los tejidos con jaretas separadas, ya sean en paralelo, fruncidas o formando flores.
Partiendo de esta base, la tintada versa en neutros y ocres, acentuando ese carácter de pieza única elaborada en taller.
Así sus diseños van desde ligeros vestidos, rectos o con silueta A, introduciendo la piel terrosa para la temporada. Además de aplicaciones facetadas para los looks de fiesta, volúmenes de caídas melosas y volantito menudo cargado de romanticismo para ese aire boho chic de la firma.
Malne
Cowboy y los 90, parecen inspirar una colección en los que elementos de ambos sectores se dan cita entre sus creaciones. Atención al talle alto, altísimo, que proponen al que puede tildarse de corte imperio, sin olvidar lo s abullonados que parecen volantes sin serlo.
Vestidos camiseros para looks pantalón, con aberturas laterales dobles para guardar simetría óptica con brazos. También vestidos chaqueta cruzada marcado por el glamour de la lentejuela. A lo que hay que añadir la piel, las asimetrías y el estribo, siendo este hilo conductor de la colección, ya sea en físico y en metal, ya sea en estampados, tal y como en los 90 se estilaba.
Y todo imaginado en negro, que cede algo de espacio a estampados ecuestres, algún verde apagado y mandarina.