El jardín de diseños de Rizos de Carbón

Sorprendente lo que puede surgir de una de esas taitantas tardes aburridas que tenemos todos y en las que, con intención inesperada, una idea inalcanzable toma forma y cambia por completo nuestra vida. Así, tal cual, fue el comienzo de Rizos de Carbón, sin premeditación, pero anhelado, sin planificación, pero más que estructurado, porque cuando las inquietudes piden a gritos espacio, la monotonía de la estabilidad y la desmotivación, gracias a Dios, flaquean y se tuercen hacia otros destinos.

¡¡Lo que nos habríamos perdido si no!! Pues su manera de hacer moda a lo Ágatha Ruíz de la Prada, a quien conoce personalmente y admira, se versiona en un fuerte soplo de aire fresco con connotaciones primaverales, sea la estación del año que sea. Y todo culpa de su torbellino interior, que tiene fiel reflejo en sus prendas y necesita expresarse de alguna manera. Por eso sus prendas son ideadas para hacer feliz a quien las viste, aportando ese exterior, verdadero espejo de lo que se es, y ayudando a derrochar personalidad por donde se pisa.

Con un recorrido de algo más de 5 años, lo que comenzó por diseños de pequeñas piezas, complementos imprescindibles para cualquier look, se ha extendido al estilismo completo, siendo ésta colección, ‘Mágico paseo’, la que dio a conocer en la última edición de Code41 Trending dentro de Code41 Talent, la tercera que crea la firma para pasarela.

Para este nuevo ideario de Rizos de Carbón ha hecho falta que todos los jardines del mundo se conviertan en su fuente de inspiración. Siendo, precisamente, el color y la vitalidad del que aparecen en el libro ‘Alicia en El País de las Maravillas’ el que de especial manera ha guiado sus bocetos. De ahí esos tonos vibrantes y chispeantes que ha empleado en cada una de sus propuestas para las que, por cierto, no sigue tendencias. Diseña a capricho, a su aire, sin empaparse de lo que se lleva y lo que no para así no frenar su capacidad creativa y sentirse libre de diseñar lo que quiera.  

En el desfile de su colección en Code41 Treding, ha presentado un total de ocho propuestas que se reparten entre estilismos cóctel y de fiesta mezclando ese ‘estilo agathaniano’ que idolatra con el suyo propio, ése sobre el que reina la personalidad arrolladora que la define, intentando siempre salirse de las normas de lo que se lleva en el vestir imperantes pero con elegancia.

Pero a pesar de esta intención de desmarque de las tendencias, de tanto en tanto se ajusta. Mira, por ejemplo, estas mangas ochenteras en este estilismo de dos piezas, las cuales están más de moda que nunca.

Aunque no fueron ellas las que abrieron su desfile, sino otras de puños considerables y aplicaciones facetadas en negro sobre los hombros, jugando con este sport chic que tanto nos gusta en las que entran unas deportivas en oro que destacan en este binomio amarillo y negro.   

Tonos que repetía en el segundo estilismo que necesita de algunas palabras más para desgranarlo. Porque la sencillez de un pantalón con vuelo campana hasta las rodillas se complicaba con una chaqueta de largo recortado, en la que una cremallera hacía las veces de botonadura en un cuello uve sin solapa y los faldones laterales se alargaban algo más allá de la cintura, por los cuales se prolongaban los bordados en tono limón.

Para sus siguientes diseños las complicaciones se minimizaron, pero sin dejar de ser protagonistas de cada creación. Como en la sobrefalda de tul, con sendos corazones sobre verde, que se configura como un capricho en fresa y menta de los que te dan singularidad a la silueta.

Tras él, en un delicioso y geométrico estampado en faisanes por delante y una espalda descubierta ante las miradas curiosas por detrás, este vestido de media capa en largo mini es de esos que se te antojan nada más verlos y que sirvió de preámbulo a su mini colección de fiesta.

Para la noche presentó un total de tres diseños, en los que el alboroto de colores se repartía de diferente manera. En uno de ellos los pailletes se encargaban de esa algarabía, imaginando así un diseño fresco de vuelos abiertos en seda de los que acarician el suelo.

En el segundo sería la fuerza en amarillo la que volvería a irrumpir en su colección, dejando que la delicadeza del fruncido a la cintura dejara caer sobre un bajo repleto de flores estampadas imaginadas en una cálida paleta de color.

Para el tercero reservó el tono blanco, a veces novia, a veces fiesta, según te interese, en el que el doble largo reposaba por delante sobre semitransparencias de flores al tono, que armonizaban con los bordados en verde hacia la cintura, afinando así siluetas.

Todo un despliegue de diseños en su desfile sobre pasarela, en los que la homogeneidad de su colección se basa en cómo aplica la versatilidad de su abanico imaginativo. Y que es esa impronta que imprime en sus diseños, únicos, por cierto, proviene del optimismo que derrocha y encauza en textiles para vestirte. De lo que hace que su manera de crear moda sea la mejor expresión de sí misma.

Esa defensa acérrima en lo que cree, su carácter extrovertido, rebelde y consecuente y el particular enfoque con el que interpreta la moda, comprenden las connotaciones que singularizan su estilo, al que puede calificarse de elegante, luminoso y atrevido.