No puede haber homenaje más bonito para el traje de flamenca como el que cada año Pepe Jiménez ‘El Ajolí’ le hace en Sevilla cuando, dejando atrás sus Marismas, conquista aguas dulces con sus lunares para que unos 300 pares de ojos afortunados sean los primeros en mirarla, con el permiso de quienes la han visto nacer.

Colección Gitanillas Andaluzas de El Ajolí en We Love Flamenco 2016

Semejante osadía se merece algo más que una simple reverencia agradecida para quien en la historia de la moda flamenca ha firmado, firma y seguirá firmando páginas con su nombre. De ahí que la cita anual, situada en uno de esos primeros sábados de enero en el Alfonso XIII, se torne imprescindible, histórica y obligatoria si quieres nutrir tu criterio en moda flamenca, pues cada nueva colección no es una más sino otra demostración de maestría con la aguja, ésa que tantas décadas ha vestido y seguirá vistiendo.

Traje de flamenca negro con lunares de colores de El Ajolí

Así, un año más, vuelvo para ocupar un lugar de privilegio desde el que contemplar la sucesión de ajolís; un año más llego hasta el Salón Real del Alfonso XIII cargada de ganas de cerrar los ojos y tomar una bocanada de aire para deleitarme con el aroma salado, para que sus seseos, el de sus ondas textiles fruncidas al hilo que coquetean al aire de cierta manera, me cuenten cómo son los nuevos volantes que trae El Ajolí, para que me digan, un año más, por qué sus lunares van donde van y por qué los estampados y colores son los que son.

Pasacintas con rasos de colores en falda flamenca de El Ajolí

Ahora toca guardar silencio, mostrando el respeto que se merecen sus lunares, pues un comentario con el de al lado, un desvío de mirada del centro de la pasarela o una notificación de móvil inoportuna, te obligarán a pestañear y perderte el goteo marismeño del vaivén de volantes.

Talle de raso bordado de rosas de El Ajolí

Eso sí, no sin antes apuntar unas notas básicas para entender a la flamenca que El Ajolí idea en sus bocetos, sobre todo para quien las presencia por vez primera y pueda adevertir la esencia de la firma, que es apreciable fácilmente, para los ojos de quienes ya se han acostumbrado a verlos y que ya en tiempos quedaron preñados de sus singulares lunares. Así que les resulta fácil identificarlos entre cientos a modo ‘¿Dónde está Wally?’. Pero para los que se hallen vírgenes en estos menesteres, digamos que deben estar atentos a sus vuelos comedidos que le delatan junto a otras notas llamativas en su estilo, como son el uso abundante de canasteros, que para eso se dibujan cerca de La Reina de las Marismas, y el trazado ascendente y entrecruzado que toman por el talle algunos volantitos menudos fruncidos, encargados de desterrar en sus trajes a las carruchas respecto a su función decorativa.

Traje de flamenca rojo de lunar lenteja de El Ajolí

El característico rojo de las Gitanillas Andaluzas son los que se abren paso al inicio de la pasarela, eso sí, o bien suavizados con blancos en lunares lenteja, de esos con permanencia estable en cada una de sus colecciones, o bien con otra clase de moteado de carácter rectilíneo y orientación vertical, para dejarse acompañar por camisa de escote calado a base de cortadillo, técnica de bordado a mano propia de Alosno, ciudad del Andévalo en la que se rumorea germinaron los fandagos de Huelva.

Traje de flamenca de dos piezas con camisa realizada en cortadillo de El Ajolí

Pronto se dejan ver canasteros al uso, los de siempre, con talle tanto alto como bajo, donde con la fuerza comedida y coqueta de estampados en tonos feriantes, se pasan a lunares de color sobre negro con la elegancia compensada característica de sus vuelos flamencos.

Canastero de El Ajolí en We Love Flamenco 2016

Tras ellos otro más para anotar en mi lista de favoritos de El Ajolí, a la que titulo de interminable porque siempre tengo el mismo problema cada vez que veo una nueva colección, ya que gasto los dedos de una mano, los de la otra y aquellos de las que no son mías y también uso porque se me agotan. Se trata de un evasé con vuelo de flores suaves en rosa y azul, donde las mangas de capa se plagan de carruchas o volantitos de unos tres centímetros de ancho, que se desparraman al hilo camino del escote redondo, o mejor dicho, del escote ajolí.

Mangas de capa con carruchas de El Ajolí

Especial atención hay que poner cómo se usan los pasacintas en sus trajes de flamenca, pues los colocan en paralelo con rasos finos en diferentes tonos, marcando caderas o contorneando escotes y mangas largas que se entallan y rematan con coquetería. Usos que no se suelen ver en otras colecciones.

Traje de flamenca de dos piezas de El Ajolí

Con cierto aire al encarnado de lunares lenteja, te topas con uno de esos trajes que emboban y que se complican a la vista, pero por las ganas de mirarlo sin que se escape nada. Así un mandarina o salmón suave, de lunares entre flores estampadas en tonos al contraste, se encarga de marearte la vista para que no te dé tiempo a contar los volantes que se reparten por el vuelo de la falda, mangas y cuello ‘u’ o scoop.

Traje de flamenca estampado de flores y lunares de El Ajolí

Si lo prefieres malva, monocolor, sea el estampado que sea, y que te dé lugar, con un vistazo de algo más de 15 segundos, a contar los vuelos cosidos al hilo y en ascendente, las mangas se antojan zíngaras y con cierta transparencia para este diseño de volantes bien colocados.

Traje de flamenca brocado en malva de El Ajolí

A esta altura del desfile, entre unos y otros trajes de flamenca, ciertos topos textiles saltaban a la vista por tonos y aspecto. Tienen nombre, lunares bordados al trapo, y tienen dueño: Pepe Jiménez ‘El Ajolí. Es su peculiar manera de hacer un tejido suyo, propio, estampando a capricho y uno a uno cada lunar recortado, acompañando a bordados de flores o ilustrando de colores la monotonía del negro.

Lunares bordados al trapo de El Ajolí en We Love Flamenco 2016

Los mantoncillos de El Ajolí

Pero centrémosno en un elemento indispensable del atuendo para la flamenca clásica: el mantoncillo. El gusto, desde hace un tiempo, por descartarlo del listado clásico feriante, hace que el traje necesite de exorno extra, por lo que se recargan mangas y escotes con recursos en costuras que demuestran la facilidad de ingenio de quien tanta vida ha dado desde un carboncillo.

Así rebusca alternativas al mantoncillo, para llevarlo sin padecerlo, integrándolo en costuras que dibujan el pecho para que de ella brote, en el mismo tejido del traje, una pieza de tela flecada, con el detalle de también repetir el juego en la parte trasera para querer parecer un mantón de manila que se porta al hombro.

Traje de flamenca con mantoncillo cosido de El Ajolí

Otra ingeniosa y que no pararía de mirar, pasa por esconder flecos tras un volante cosido al hombro que no es más que el pico del mantoncillo con el vértice hacia fuera que queda a modo de manga capa y que sólo descubre sus cartas al alzar los brazos, mejor dicho, el brazo pues es sólo uno en el que se recrea este elemento. Si levantas el pico, podrás ver los flecos anudados a mano, en un estilo sencillo, pues no porque no se vea ha de dejar de tener un acabado perfecto.

Flecos escondidos en mangas de El Ajolí

Eso sí, cuando aparecen los mantoncillos que ellos diseñan para cada traje de flamenca, el flecado recae algo más allá de las caderas con ese largo de 50 centímetros y, quizás, un poquillo más que tocan con las puntas de los hilos el comienzo de los vuelos flamencos.

Flecos de mantoncillos de El Ajolí en We Love Flamenco 2016

Los terciopelos son los que dan cierre a sus Gitanillas Andaluzas en su paso por We Love Flamenco 2016, para una flamenca de noche y con color, con canasteros de lunares bordados al estilo ajolí y encajes de bolillos rematando vuelo de flamenca con ese encanto rociero que desprenden sus trajes de flamenca y que aportan frescura a la tarde de pasarela, pues, como llegan empapados de agua de mar, van salpicando gotas rocieras al compás del movimiento de volantes.

Trajes de flamenca de terciopelo de El Ajolí en We Love Flamenco 2016

Así se pasearon las ‘Gitanillas Andaluzas’ de El Ajolí el pasado 16 de enero de este año en We Love Flamenco. Así, con esa naturalidad y sencillez que les caracteriza, trajeron sus trajes, los de siempre, con los que se tildan de tendencia y con los que ellos proponen para que sean , con sus novedades que siempre se cuentan a pares. ¡¡¡Gracias por traer colecciones que sientan las bases de cómo evoluciona la moda flamenca!!!

El Ajolí en We Love Flamenco 2016

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