Tres nuevas firmas de moda a tener en cuenta: Cubero Quesada, Castillo y Anlico
El primer día de Code 41 Trending estaba dedicado a la osadía en moda, al certamen de noveles Code 41 Talent con todas aquellas agujas que intentan hacerse hueco y mostrar lo que saben hacer sobre textil, siendo ya, de antemano, todo un premio el haber conseguido llegar a la final de un total de 100 aspirantes. Así la tarde se dividía en varios bloques de mini colecciones emergentes, de las que sólo tres serían premiadas. Una de ellas debía ser firmada por una mujer, dado que Más Mujeres apoya a las nuevas emprendedoras, a los otros dos premios, de Bulevar Sur y de Code 41 Talent, patrocinado por Mia Cosmetics, optaban todos. De hecho, los ganadores fueron:
– Premio Code 41 Talent Mia Cosmétics Paris MOMAD Metrópolis para Cubero Quesada, que consigue así stand en MOMAD, Salón Internacional de la Moda de Madrid, en su próxima edición.
– Premio Bulevar Sur para Castillo, por lo que desfilará como profesional en la próxima edición Code41 prevista en octubre en FIBES.
– Premio Foro Más Mujeres para Anlico, que incluye un programa de formación empresarial en la Escuela Sevilla de Moda.
El primer bloque de desfiles comenzó con las propuestas de Fiorella Baruffaldi, un buen arranque para la tarde de moda que nos esperaba al ver que sus estilismos emanaban una elegancia discreta marcada por una coquetería sencilla, jugando con unos pocos tonos en una colección perfectamente hilada.
Contrastando con los tonos fuertes e intensos de Cristina Vicente en una colección aflamencada con flecos, volantes y hasta sombrero de ala ancha para trajes de chaqueta con espaldas descubiertas o monos pitillos con movimiento.
Capas al hombro y mangas ablusadas en tejidos de caída dulce para los estilismos de Luisa Cornejo, que se recrea en el glamour de los años 50 y la silueta de entonces.
Las prendas son la extensión de nosotros mismos, de nuestras reivindicaciones y formas de entender la vida y es ése el uso que Andy González le ha querido dar a las que componen su colección de un marcado estilo sport y unisex.
El segundo bloque de desfiles se iniciaba con un estilo más clásico para la perfecta invitada que ha imaginado Soandsa.
Totalmente en contraste con la colección de Cristina Fernández Lucas que ha jugado con los volúmenes, tanto con el exceso como con la carencia de los mismos, dibujando así hombros desmesurado y discretos, haciendo de su colección una apuesta por la singularidad sencilla.
Su colección unisex jugaba con volantes, dobles largos y vestidos camiseros fruncidos a un lado para que no arrastren, en tonos sobrios y ácidos de diseño cuidado bajo la aguja de Jara Morales.
Textiles rizados que también se han prodigado por una colección exquisita de Louvére en la que ha inventado grogueras de porte ligero, de las que embellecen sin rigidez, en estilismos inolvidables para la retina.
Tras ella, flores estampadas, cinturones y botones de Alba Rodríguez para esos looks básicos de armario cuando llega la primavera.
ARH ars suendi presentó una colección en la que apostaba por el negro como conexión entre cada uno de los diseños que desfilaron, enfocados a la noche y a eventos de cierta etiqueta.
Todo lo contrario que en la de Mar Fortes, donde la ausencia de color no existía, pues precisamente cierta tonalidad en la variedad de gama cromática teñía chaquetas oversize, mangas ranglan, punto abierto, bolsillos cargo y cremalleras, pues ha tomado el estilo ochentero para darle un toque propio, diferente, más vanguardista de lo que en aquella época se pretendía ser. Es más, esos pendientes de plástico se versionan en palabras colgantes en sus estilismos, ideados por ella misma al completo.
Y si eres de las que piensan que porque ‘nací así, así debo vestir’, estarás al cien por cien con el lema de Miriam Fernández en pasarela, quien mientras entonaba Lady Gaga su ‘I was born this way…’ deleitaba con looks que son verdaderos caprichos para mimarlos como joyas de armario. Haciendo uso de flecos interminables, borlones y pailletes rectangulares idea pantalones para vestidos abiertos y sin mangas, monos con escotes romboidales y vestidos de los que besan tobillos para siluetas interminables.
Para Renata Bruné los colores suaves y la sencillez en patronaje marcan su estilo, que se vuelve transparente hacia el final de su colección, haciendo uso de bodys y corsés con ese punto de exotismo.
Con Lovely Woman la pasarela se inundó de sencillez en su máxima expresión, donde el patronaje amplio, de corte recto y simple protagonizaban prendas pintadas a mano con ese aire hippi chic perfecto para tardes de agua y sal.
Y tras ella CYM by Yolanda Moreno que mostró todo un cúmulo de recursos textiles que complicaban cada prenda sin definir con exactitud el estilo de la firma. Cortes desiguales en bajos y asimétricos en tops se sucedían en sus propuestas.
Después de su desfile y en un pañuelo puede decirse, desfilaron las agujas emergentes que luego resultarían premiadas. Puede decirse que este ha sido el bloque ganador. La primera en desfilar fue Lola Grondona, cuyos vestidos y chaquetas parecían inspirados en ‘El Cascanueces’, con estampados en forma de rombos y casacas rojas abotonadas.
Haciendo gala de su ingenio al bocetar, Anlico, ganadora del premio Más Mujeres en Code 41 Talent, supo crear la armonía necesaria para que elementos aniñados y de excesiva coquetaria, se suavizarán con esos textiles patronados de visión más futurista, mezclando así semitransparencias de plástico con lazadas y volantes plisados.
Para Antoné Ballester la sobriedad es un plus de elegancia en la que tan sólo los detalles de color se permiten para recargar su minimalismo amplio y femenino. Juega también con elementos como cinturones y asimetrías en hombros para romper esa monotonía.
El siguiente en desfilar sería otro ganador, el actual Premio Bulevar Sur, Castillo quien desfiló moda con mayúsculas en la tarde de Code 41 Talent sobre la pasarela plateada de Code 41 Trending. Siguiendo las tendencias ochenteras del oversize y las superposicines, tiene muy estudiado como quiere que cada una de sus propuestas se muestre en pasarela para que pueda contemplarse su patronaje complicado ideado para diseños de mujer actual y urbanita con ese toque sofisticado.
Tras él desfilaban los diseños que recibirían el premio Code 41 Talent, haciendo que los tonos rosa, blanco, nude y fucsia de Cubero Quesada con aplicaciones de flores en tejidos de seda no rompa en exceso con su sencillez y austeridad del comienzo de la colección, dejando para el final que la mariposa naciera, convirtiendo así su colección en una clara muestra de la diversidad creativa de este diseñador.
La elegancia dulce define cada propuesta de Antonio Corpas, que encuentra en la mujer de los años 50 su fuente de inspiración, imaginando lady likes de vuelo ajustado, capas con ojales para los brazos y hombros volanteados a modo de cuellos para enmarcar el rostro. Toda una colección que hace que despierte interes por la firma.
La firma MaryAllSaint repite en estos menesteres, trayendo, esta vez, el corte mini y el lunar como principales ingredientes de su colección.
También Juanita Banana repite en Code 41 Talent y de nuevo con estampados singulares y tonos divertidos, vibrantes y ácidos, fiel reflejo de esa vitalidad que derrocha la firma en sus creaciones. Sería, además, quien daría cierre a esta última edición de Code 41 Talent.
Joss Blake en Code 41 Flash
Pero el broche de esta tarde noveles de pasarela lo daría Joss Blake, dentro del espacio Code 41 Flash, reservado a firmas emergentes, en este caso, precisamente ganadora en la edición anterior de los premios CREA.
Presentó una colección que simboliza un grito de auxilio en favor del planeta y nosotros mismos, que nos libre de la contaminación que nos rodea para poder volver a respirar aire, sin más. Esta inspiración reivindicativa se origina en vivencias personales del diseñador durante una larga estancia en Francia, donde pudo observar que cada vez son más necesarias las mascarillas medicinales para salir a la calle.
Así, con Oxygéne pretende dar un aviso o advertencia sobre los pasos que estamos dando y que pueden no tener una vuelta atrás, dejarnos sin esperanza. De ahí las mascarillas portátiles con pétalos a sus modelos, que muestran esta cruda realidad, donde el negro, su color fetiche, y el rojo advierten del peligro que corremos. Y el azul y el verde evocan a esa naturaleza y medio ambiente que estamos destruyendo.
Serán vestidos de capa para pantalones rectos, ladylikes para chaquetas Chanel y tirantas rectas cortadas al aire, para vuelos amplios hasta los tobillos, el grueso de prendas que pudieron verse de su colección y que consiguieron, como siempre, no sólo sorprender sino reflexionar sobre cuestiones que asumimos como solucionables y que no somos conscientes que pueden no serlo, debiendo, pues, intentar que sí lo sean.