Para Iván Campaña la mujer es una joya y no hace más que embellecerla, aportarle sofisticación y ensalzar ese puntito de dulzura que todas tenemos, por muy fuertes y duras que seamos. Un día nos imaginó femeninas, sugerentes, coquetas, de piel resplandeciente y suave como la seda, de marcadas cinturas en oro a lo Rita Hayworth y de piernas largas, interminables, para lucir, como corresponde. sus trajes de fiesta y faldas lápiz hasta la rodilla.
Y así es como nos viste con sus colecciones, llenas de prendas sin fecha de caducidad, atemporales, de ricos tejidos y colores elegantes por sí solos como los verdes, azules y marrones; todos intensos, en su versión más oscura, o suaves, sin rozar el nivel pastel. Sus vestidos y conjuntos ocuparán en tu armario el lugar habilitado para esas piezas básicas, comodín, a las que recurrir en esos casos de “¿qué me pongo?”. Así, al igual que tienes un LBD acabarás teniendo un IC.
Por supuesto no descarta al negro, estandarte del glamour, ni al blanco, imprescindible en su línea de novias, con la que cerró el desfile.
Patronaje de costuras glamourosas, armónicas, sencillas, que modelan sin marcar en exceso, con plisados al cuello, de los que también gusta Felipe Duque, o al hombro, para que así se ausenten las antiestéticas pinzas que con tanto descaro asoman en tejidos lisos. Así decora a sus joyitas, así nos ve y así nos viste.
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Sus escotes son sútiles, de esos que sí pero no, que existo pero no quiero que me veas, vaya, de los que intentan pasar desapercibidos, siempre y cuando no sean en la espalda, donde se dejan querer por el vestido y por quien lo mira. Esta es la colección Ella que desfiló en Pasarela del Sur, llenando la Sala Antiquarium de un glamour clásico, propio de las películas del cine en blanco y negro, pero renovado, aportando comodidad sin perder estilo. ¡¡¡Bravo Iván Campaña!!!
