Esta última edición, la número seis del concurso de emergentes en moda flamenca de la pasarela We Love Flamenco, se desarrolló en el Casino de la Exposición, dando inicio a la pasarela Viva by We Love Flamenco. Un total de siete finalistas, aquellos que resultaron seleccionados meses atrás en el Patio de la Diputación, dentro del marco de la Feria de la Moda, presentaron sus propuestas entre las que abundaban los talles bajos y cortes clásicos, siendo más recatados que osados. En sus trajes de flamenca predominaban el estampado, floral y no floral, y el color, saliendo, por tanto, de esa zona de confort que representan el negro y el rojo, lo cual se agradece. También se vio poco lunar entre las puntadas emergentes, pero el suficiente y en un tamaño atemporal.
De las pequeñas colecciones, sólo dos resultaron premiadas. La ganadora del concurso fue Ana Ferreiro, que disfrutará de desfile profesional en la próxima edición de We Love Flamenco y de ciertos regalos relacionados con el turismo de la provincia de Sevilla patrocinados por Prodetur. El segundo premio, el de la Creatividad, valorado en 1.000€ en tejidos en la empresa textil especializada en flamenca Flamentex, fue para Manu Delgado, galardón que también recibiera en el 2018 una de las finalistas de este año, Ava Wunter, que por segunda vez consecutiva participaba en este.
Pero veamos cada colección, compuestas sólo de 6 trajes de flamenca, en las que, a veces, cuesta seguir el hilo conductor dado la heterogeneidad en diseños, que también ha sido una característica predominante entre las creaciones.
María Mar Avivar
Sus diseños se definían en escotes cuadrados para flamencas clásicas con algún que otro ingrediente innovador, como un vuelo de damero textil, una carrucha que recorre brazos y ciertos volantitos verticales que exornaban la parte de la falda.
Laura Díez Romero
Con una marcada diversidad de vuelos y abundancia del volante de capa, recurso que utiliza incluso para las mangas, y ciertos lunares y drapeados que dibujaban el talle, conformaban un variado bouquet de trajes de flamenca.
Beatriz Benítez
La suya fue una de las colecciones que deben destacarse de esta final de noveles y por muchas razones. Ya desgranamos uno a uno todos sus diseños, pero volvamos a repasarlos aquí de nuevo.
Sus propuestas de costuras bien definidas, de ésas que van buscando la perfección, se encuadraban en talles bajos de corte clásico, a los cuales supo encontrar el equilibrio correcto con las inclusiones vanguardistas le que realizó a la flamenca de siempre.
Así hizo uso de elementos poco habituales en flamenca, como pueden ser las aberturas en el vestido en la cintura, consiguiendo que el resultado fuera acorde al estilismos flamenco, sin romper la armonía, y conjugando bien con el resto, sin desvirtuar volantes, dándole, pues, otro giro distinto a los flecos.
Manu Delgado
Su merecido premio a la creatividad se estampaba con flores, azulejería, encajes y lunares, de los porquitos que emplearon este moteado flamenco, para dibujar los talles de sus creaciones de volantes. También apostó por diversos vuelos y siluetas, pero siempre con el protagonismo del talle bajo, que compartió espacio con la rescatada inspiración setentera de vuelo de capa rematado por uno o dos volantes.
María Teresa Muñoz
Una colección inolvidable, también diversa, como queriendo agrupar a las diferentes formas que adopta la flamenca. Imaginando así peplums para talles bajos y canasteros, de los que asoman enaguas, setenteros con chaqueta sin mangas, a los que se suman esos otros con un sabor intensamente clásico tintado de negro y rojo y el talle alto cuajado de volantes con lunaritos plisados desde la cintura, o un poquito más arriba. Por cierto, uno de los diseños más bonitos de este tipo que he podido ver esta temporada 2019.
Ana Ferreiro
Ana Ferreiro la ganadora de esta edición, hizo una colección para la que imaginó una silueta flamenca más de arena que de albero, más de la Blanca Paloma que de la Feria de Abril, con propuestas coquetas, llenas de mix & match en un equilibrio correcto y acorde, enlazando tonos y estampados entre los seis diseños de una colección en la que se palpa una comodidad flamenca descarada procurada por la caída dulce en tejidos de lunares y flores. Siendo los pequeños detalles pequeños, como carruchas al puño en vez de volantes en mangas y escotes generosos para espaldas bien encajadas, los que les aporta ese toque diferenciador del resto.
Ava Wunder
En su ya segunda participación consecutiva en este certamen, tras haber sido galardonada con el premio a la Creatividad en su primera participación, volvía a situarse en la final con una colección que refleja el estilo de la firma. Por lo que sus volantes, de nuevo, recorrían el talle de diversas maneras, desde la colocación más clásica hasta la que pasa por la disposición en vertical y la elicoidal, o enroscada al cuerpo.
Estilismos flamencos que barroquizó con collares de presencia contundente en cristales facetados y en eslabones de plástico, a juego con las flores realizadas en gomaespuma, de pétalos simétricos asidos a diademas azules para contraste, e introduciendo también riñoneras básicas de colores.
Su colección cerraba una nueva edición de un certamen de moda flamenca que forma parte de las diferentes plataformas que encuentran las agujas emergentes en este sector. Aquí han sido un total de siete diseñadores a los que, ganadores o no, el simple hecho de estar en la final ya puede considerarse un gran éxito. ¡¡Enhorabuena a todos!! ¡¡Gracias por crear flamencas!!